En algunas empresas, la comunicación sigue estando al servicio, exclusivamente, del negocio. Se habla mucho de los valores, del servicio, de la atención, del interés por el beneficio de la sociedad de determinadas actividades empresariales…
La realidad nos muestra cómo, en muchas ocasiones, es solo una puesta en escena, un pésimo maquillaje de las acciones que diariamente realizan determinadas organizaciones.
Y la banca figura como el sector peor valorado por los consumidores. ¿Por qué será?
- No se puede comunicar la excelencia en el servicio y una preocupación máxima por tus clientes cuando lo que demuestras es un interés exclusivo por la maximización del beneficio, que implica la eliminación de los servicios menos rentables o el despido de empleados.
- No se puede dejar de prestar determinados servicios (atención presencial, limitación horaria…) sin interesarte previamente por las necesidades de tus clientes.
- No se pueden introducir cláusulas abusivas y completamente opacas, comisiones ocultas… en los servicios que ofreces y confiar en que nadie las descubrirá, denunciará y te hará pagar en reputación tu ambición.
O sí; pero, entonces, sé consecuente. No trates de maquillar la realidad.
Hoy en día, cada vez es más difícil engañar a tus clientes durante mucho tiempo.
Recuerda que al final se descubrirá, te sacarán los colores, harás el ridículo y los perderás (los clientes y la reputación).
La suerte para algunos sectores como la banca es que la mayoría de las organizaciones, aún, están en el mismo barco.
Su desgracia es que este barco es el perdedor y muy pronto se darán cuenta.
Una nueva forma de hacer las cosas y de hacer banca están en camino.
Más sencilla, transparente y accesible.
Toca reaccionar.
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