Cómo nos gusta importar anglicismos. A veces no sabemos ni qué significan, pero qué bien suenan.

Pasamos del customer experience al engagement, y ahora incorporamos el job crafting.

Y qué es esto del job crafting, pues básicamente adaptar nuestro desempeño profesional, nuestro puesto de trabajo, a nuestras cualidades y no a la inversa. Eliminar de tus tareas diarias aquellas que se te dan peor y optar por otras en las que puedas desplegar tu talento.

Tan avanzado e ideal, en determinados entornos, como ridículo en el caso del tejido empresarial de países como España.

No sabemos ni lo que es la comunicación interna y ya vamos tres pasos por delante.

Como desafío académico y fuente de inspiración, siempre es positivo, pero…

En una empresa que haya incorporado a su ADN determinados valores, que haya sabido crearlos y compartirlos con sus empleados y que identifique su riqueza con el talento que atesora y no tanto con la cantidad que factura, seguramente será una opción natural de seguir creciendo, con éxito.

Para el 99 % restante, no pasa de una propuesta extravagante, no ya irrealizable sino ni siquiera planteable en las circunstancias actuales.

Imaginemos por un instante la función pública en España, con oposiciones creadas hace décadas para responder a unas necesidades que en nada se parecen a las actuales.

Donde se impone una revisión integral de un modelo que ponga al ciudadano en el centro y a sus demandas como prioridad, que prime el trabajo por objetivos, la evaluación del desempeño, el crecimiento profesional…

Y en lugar de todo ello, aterrizamos con el job crafting.

Bien haríamos en relajarnos y comenzar la casa por los cimientos.

Y tal y como ocurre con la comunicación, volvamos a la esencia, a los valores y comencemos a aplicarlos.

Ya tendremos tiempo de incorporarnos a unas tendencias, que quizá no son tan nuevas.

O si no, consulta este documento de 2012 de la empresa estadounidense Valve, donde se dicen cosas como:

  • Si eres una empresa de entretenimiento que trata de contratar a las personas más inteligentes, innovadoras y talentosas, no puedes sentarlas en una mesa y decirles lo que tienen que hacen.
  • No te contratamos para ocupar un puesto de trabajo específico sino para estar constantemente valorando cuál es el trabajo más valioso que puedes realizar.

Menos marcar tendencias y más aplicar los clásicos…


Fuente de la ilustración: Unsplash

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