Si hay un sector sacudido por los vaivenes de estos tiempos tan cambiantes que vivimos, ese es la comunicación.
Nuestra adaptación a un entorno líquido, casi ya gaseoso, pasa necesariamente por una evolución de los profesionales y de sus cualidades.
- Tradicionalmente, también en muchos otros ámbitos, ser un experto (con todo lo que conllevaba de experiencia, conocimientos…) era una bendición. Hoy casi es un problema.
En tiempos de cambios rápidos, la experiencia podría ser su peor enemigo, Jean Paul Getty, magnate estadounidense del petróleo
Aspectos mucho menos valorados en el entorno laboral como las habilidades sociales, las capacidades personales, las inteligencias múltiples… son hoy mucho más valiosos.
- Ni siquiera ser un generalista (tener capacidad en muchas áreas, aunque se carezca de un conocimiento profundo sobre ellas) es suficiente.
El perfil tradicional de buen profesional de la comunicación pasaba por aquí: tener una perspectiva general del negocio, con una gran capacidad para la estrategia y control sobre el día a día.
- Ahora la revolución la lideran los versátiles
Hábiles en varias áreas y con capacidad para convertirse en expertos, según lo demanden las circunstancias.
A mayor incertidumbre tecnológica, social, laboral…, más importante serán estos perfiles.
Change is the end result of all true learning, Leo Buscaglia, autor estadounidense, orador motivacional y profesor universitario
En comunicación, hoy día, ser un experto supone un riesgo.
Ni siquiera ser un generalista te prepara para adaptarte con éxito a los retos que nos depara el día adía.
Solo los versátiles -que aúnan capacidad de adaptación a los cambios, una visión global, facilidad para detectar tendencias, dispuestos a un aprendizaje permanente y preparados para desarrollar nuevas habilidades- parecen estar adecuadamente preparados.
Porque,
Paradójicamente, el cambio es lo único constante, Lou Marinoff (académico y autor canadiense), en El poder del Tao
————–
Artículo inspirado en: