Cuando me preguntan a qué me dedico, bien podría contestar: a escribir. Más allá de otras labores, buena parte de mi jornada laboral la dedico a juntar letras.
Por ello, supongo, presto tanta atención a la redacción de todo cuanto leo; y descubro, aún con sorpresa, cómo se descuida enormemente la forma de escribir.
Y se trata de un aspecto absolutamente básico si queremos estar mínimamente seguros de que trasladamos el mensaje adecuado y, sobre todo, de que nuestro público entiende lo que queremos transmitirle.
El desencadenante de este artículo ha sido la carta remitida por la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a los profesores madrileños.
Ejemplos similares son mucho más usuales de lo que parece, incluso en medios como El País, el periódico de información general de mayor difusión en España, que debería tener entre una de sus máximas el cuidado y buen uso del lenguaje.
Por ello, conviene reflexionar para evitar, como en los ejemplos anteriores, que se desvirtúe el contenido de lo escrito y no solo pierda toda capacidad de influencia sino que, incluso, genere un efecto negativo.
Por ello me voy a permitir compartir algunas de las claves que trato siempre de aplicarme (no siempre con éxito) junto con algunos sencillos consejos que nos evitarán muchos errores:
Recursos imprescindibles
- Las webs de la Real Academia Española de la lengua (RAE) y de la Fundación del Español Urgente, Fundéu.
La segunda, por ejemplo, con un buscador urgente de dudas y una cuenta enormemente recomendable en Twitter (@Fundeu)
Pequeños trucos
- Una vez nos hemos asegurado de la ortografía, podemos trasladar el artículo que hayamos escrito –en mi caso, por ejemplo, suelo escribir las entradas de este blog directamente en Blogger– a un programa tipo Word y pasarle la ortografía para evitar duplicación de letras y palabras, suprimir espacios, incluso para añadir o eliminar tildes.
Reglas básicas
- Sencillez. La vieja fórmula de sujeto + verbo + complemento debería ser de cumplimiento casi obligatorio. Solo los escritores avezados y únicamente como recurso, no como norma, podrían saltarse esta regla.Los juegos de palabras, las subordinadas innecesarias o las figuras retóricas, como las perífrasis, deberían (casi) prohibirse por ley.
- Brevedad. Ya en el siglo XVII lo enunció Baltasar Gracián: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y todavía no se ha superado.
Una carta, por ejemplo, de más de un folio tiene un importante porcentaje de posibilidades de que no termine leyéndose completa. Así que eliminemos lo accesorio, y al grano.
- Lo importante, cuanto antes mejor. Fieles al estilo periodístico hemos de resaltar ya desde el título lo que consideramos más importante.
De este modo, si el grado de abandono de la lectura aumenta con el texto, siempre nos aseguraremos de que lo más importante de nuestro mensaje ha llegado al público.
De ahí la relevancia de un buen titular que sintetice y ofrezca pistas claras de lo que vamos a leer. [En ocasiones, sobre todo en las redes sociales, la correspondencia entre texto y titular es pura coincidencia. Entonces, el interés que suscita el titular se desvanece a lo largo del texto].
- Y sobre todo, utilicemos la empatía. Ponerse en el lugar del destinatario es el elemento más importante para asegurarnos de que el mensaje le llega, con un lenguaje que entienda y que responde a sus necesidades, no a las nuestras.
Porque como no se cansa de repetir Frank Luntz en La palabra es poder, libro al que dedicaré la próxima entrada: “Lo importante no es lo que dices sino lo que la gente entiende”.
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4 Comentarios
Mariana Eguaras
Sencillo y «al pie», como solemos decir en mi país
Gracias por compartir tus conocimientos y plasmarlo de manera clara y ágil.
¡Un saludo y buen fin de semana! 🙂
Luis Miguel Díaz-Meco
Muchas gracias Mariana. Celebro que el artículo te haya parecido interesante.
Bienvenida al blog!
Un saludo
Anonymous
Gracias por compartir, interesantes citas, me dejaste una buena sensacion y ganas de seguir indagando al respecto.
Adios
att
soul one miembro MUEXA CLAN tribu de hip hop
Luis Miguel Díaz-Meco
Muy amable. En cuanto a la curiosidad que apuntas, no dejes de indagar; nunca se deja de aprender 😉
Gracias por el comentario. Un saludo!