Más allá de los objetivos y las herramientas que utilicemos para elaborar una estrategia de comunicación interna, es preciso contar con una serie de valores previos, aplicables tanto a la empresa, a la institución, como a las personas con un mayor grado de responsabilidad que la integran.
Estos valores nos deben servir de sólidos cimientos sobre los que levantar todo el andamiaje.
Aunque tenerlos no garantiza el éxito, la comunicación -al final- depende de tantos factores, carecer de ellos es una invitación al suicidio.
¿Cuáles serían, a mi juicio, algunos de estos valores básicos?
Confianza y credibilidad
Demostradas cada día. Ofrécelas y te serán devueltas, con creces. Si prometes, cumple; si te equivocas, pide perdón y corrige tu error.
Empatía
Trata a los demás, siempre, como te gustaría que te trataran a ti. Es difícil pero nunca falla.
Si tratas a tus empleados, a tu equipo, a tus compañeros como niños, no te quejes luego de que se comporten como tales.
Agradecimiento, reconocimiento y motivación
Valora y recompensa los esfuerzos, los logros… Y no hablamos (solo) de dinero.
Un empleado valorado se siente mucho más satisfecho y trabaja más y mejor.
Escucha
Con interés, ofreciendo toda tu atención, en exclusiva, a la persona con la que hablas. Quizá nos sorprendamos del resultado.
Involucra, promueve la participación
Pregunta, solicita ideas, pide opiniones, facilita que los empleados trasladen sus preocupaciones, sus quejas, sus propuestas.
Comparte y acuerda objetivos conjuntos
De este modo, cada persona, equipo y la propia empresa se implicarán en una labor común, que beneficia a todos y de la que todos se sienten partícipes.
Interésate por las personas
Aunque dé cierto pudor recordarlo, dentro de cada empleado hay un corazoncito.
Interésate por las personas. Una conversación, aparentemente trivial, sobre los hijos o un problema de salud puede obrar milagros.
Sonríe y contagia una actitud positiva
Es gratis y ya sabes que las emociones se contagian. Si eres un triste no solo tienes un problema sino que, muy probablemente, lo trasladarás a tu entorno más cercano.
Y comunica, comunica, comunica
Apuesta por la transparencia y desecha los miedos y temores que muchas veces la acompañan. Lo verdaderamente peligroso es la opacidad, el secreto, los rumores… Estos sí que son capaces de roer los cimientos de cualquier edificio por sólido que parezca.
Artículo basado, entre otras, en la siguiente lectura:
Fuente de la fotografía: Freepik.es
Artículos relacionados:
2 Comentarios
Rafael
Todo estos son muy buenos valores, la sociedad cada día los va
perdiendo. Si uno no tiene valores, no tendrá nada importante que comunicar.
Luis Miguel Díaz-Meco
Pues habrá que ir rescatándolos Rafael.
Comparto tu opinión sobre la ausencia de determinados valores que son básicos para edificar cualquier estrategia de comunicación.
Gracias por el comentario y un cordial saludo!