«Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa», Jacinto Benavente.
La comunicación es una herramienta que utilizamos a diario, casi sin reparar en ella.
En general, casi todo el mundo está satisfecho con sus habilidades y se muestra convencido de que, en la mayoría de las ocasiones, traslada con exactitud su mensaje.
La realidad, intuyo, es bastante diferente a tenor de los malentendidos, confusiones, errores y problemas que a diario provoca su mal uso.
Por ello, me he propuesto compartir algunos de los consejos que Susan Young proponía para mejorar nuestra comunicación.
A partir de su adaptación y traducción, absolutamente libres, podemos realizar un rápido test sobre qué elementos manejamos y cuáles olvidamos a menudo en nuestro día a día:
Gestualidad y comunicación no verbal
- Confía en el lenguaje corporal. No miente.
- Sonríe y mira a los ojos, es un lenguaje universal.
- Utiliza los gestos para enfatizar tus palabras.
- Aprende a dar la mano.
- Respeta el espacio personal de cada uno (proxemia).
- Enfatiza los elementos clave de tu mensaje, ralentizando el ritmo o elevando y reduciendo el tono de voz.
- Utiliza la sonrisa y los refuerzos positivos.
- Las palmas de las manos abiertas mientras hablamos expresan sinceridad.
- Utiliza el lenguaje corporal para proyectar tu discurso. No te escondas.
- Presta atención a las diferencias culturales.
Lenguaje
- Elige las palabras con detenimiento.
- Habla y escribe con claridad.
- Deja el argot en casa.
- Escribe para expresarte y comunicar no para impresionar. (Write to express, not to impress).
Actitud necesaria
- Concéntrate en las conversaciones sobre otras personas no en ti mismo.
- Para evitar conflictos achacables a la tecnología, no temas en descolgar el teléfono o celebrar una reunión para resolver asuntos de un modo cordial y rápido.
- Haz buenas preguntas y obtendrás buena información.
- Saluda al conserje y al director general de tu empresa de la misma manera.
- Ofrece valor concentrándote en los resultados, en las soluciones que ofreces, y no en el título de tu tarjeta.
- Evita escribir correos electrónicos o hacer llamadas cuando estés enfadado.
- Utiliza la inteligencia emocional (empatía, conciencia y trabajo en equipo) para mejorar tus habilidades de comunicación.
- Busca las coincidencias y no las diferencias. Es la clave para construir puentes que fortalezcan la comunicación.
- Evita la crítica, la queja y el juicio.
- Muéstrate tal y como eres.
- Vístete como la persona que aspiras a ser.
- Genera energía positiva cuando hables, cuando escribas y hasta cuando respires.
- Muestra tu gratitud.
- Lee siempre dos veces todo antes de enviarlo, compartirlo, explicarlo…
- Recuerda que el entusiasmo es contagioso.
- Las disculpas, en su justa medida. No somos responsables, o al menos no los únicos, del cambio climático o la pobreza en el mundo.
Escucha
- Escucha con la boca cerrada.
- Escucha lo que no se ha dicho.
- Evita ir pensando en la respuesta cuando alguien te habla. Presta atención a lo que realmente te dice; luego, responde.
- Resiste la tentación de terminar las frases de otros.
En discursos, comparecencias o presentaciones
- Sé consciente de cómo manejas tu discurso, incluyendo inflexión, pausas y tono de voz. [Los silencios, en ocasiones, tienen mayor poder de comunicación que las palabras].
- Cuando respondas una pregunta, utiliza el método PRR: Pausa, Reflexión y Respuesta.
- Sigue la regla de las 5 P (en inglés: Proper Preparation Prevents Poor Performance): una adecuada preparación evita un pobre resultado.
- Habla con el corazón.
- Camina (muéstrate) erguido, fuerte y orgulloso.
- Grábate para ver cómo te mueves y te comportas.
- Mírate siempre en el espejo antes de ir a cualquier acto.
- Evita los elementos que distraigan la atención del público: joyas, maquillaje, accesorios…
- Trata de utilizar una entrada y una despedida impactantes en presentaciones, discursos, artículos…
- Crea o utiliza vídeos con gancho, que motiven y ofrezcan soluciones y no excedan los tres minutos.
- Emociona con ejemplos reales.
- Sé breve.
- Proyecta tu voz con autoridad.
- Abre tus ojos, oídos y corazón a nuevos mensajes y nuevas personas.
2 Comentarios
Nina
Magnífico artículo, útil y práctico. Me ha encantado. Y estoy convencida de que me va a servir para mejorar mi comunicación efectiva. A decir verdad, tengo mucho que mejorar, empezaré por aprender a escuchar.
Luis Miguel Díaz-Meco
Muy amable Nina. Celebro que te haya gustado.
Todos tenemos tanto que aprender y más en el ámbito de la comunicación que, como bien dices, comienza por saber escuchar.
Muchas gracias y un cordial saludo!