
En épocas de incertidumbre es cuando realmente se valora la información fiable, de calidad.
La guerra es un 90% cuestión de información, Napoleón Bonaparte
Pero dado el ecosistema informativo actual, nada nos garantiza que esa información que consumimos a diario sea veraz.
De hecho, es casi seguro que la primera información que nos llegue haya conseguido su propósito por su contenido visual, humorístico… o porque apele directamente a los sentimientos más primarios del público que la consume.
La realidad es ciega a las apariencias, aunque nosotros nos dejemos influir fácilmente por ellas.
La realidad es ciega a las apariencias, aunque nosotros nos dejemos influir fácilmente por ellas #comunicación Clic para tuitearComo cuenta Nassim N. Taleb, en su excelente obra Jugarse la piel, si estamos en un hospital y tenemos que elegir entre dos cirujanos de rango similar para que nos opere, nos solemos inclinar por el de apariencia más refinada, manos más delicadas, mayor elegancia… Frente a otro gordo, de manos grandes, desaliñado y lenguaje grosero…
Descubre por qué nos equivocamos.
Las agencias internacionales de salud, los centros de investigación, los laboratorios… suelen ser como ese médico menos agraciado físicamente.
Necesitan adaptarse a las nuevas realidades de la comunicación; seguramente son excelentes en su trabajo pero no conocen el lenguaje, el tono, el ritmo… que exige el entorno digital en el que vivimos.
Por desgracia, los intereses de las grandes empresas de internet como Google o Facebook (y los algoritmos que ponen a su servicio) no están del lado de la fiabilidad de las informaciones sino del negocio, de la viralidad…, aun a costa de promover la desinformación.
Los contenidos más extremos generan más interacción (…) Para el algoritmo son todo burbujas de champán, está diseñado para optimizar la interacción sin valorar si es buena o mala, Marta Peirano en El enemigo conoce el sistema
No somos ingenuos y no podemos confiar en que las grandes plataformas adapten sus algoritmos para ofrecer información relevante, pero fiable. Bien haríamos, por tanto, en adquirir la alfabetización digital mínima para discernir lo que es un bulo, qué intereses hay detrás de determinadas informaciones o por qué algunos titulares apenas tienen nada que ver con el contenido que encierran.
Aunque seas la máxima autoridad mundial en tu materia, necesitas de la comunicación.
Si algo ha demostrado esta crisis es que, aunque seas la máxima autoridad mundial en tu materia, necesitas de la #comunicación Clic para tuitearEs más, cuanto mejor seas en tu ámbito, más necesidad tienes de conocer los fundamentos básicos para encabezar las informaciones en tu campo.
Si no, serás uno más en el redil.
Y si eres uno más, como dice Andrés Pérez Ortega, serás uno menos
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