El experto medio acierta tanto como un chimpancé lanzando dardos, Philip Tetlock
Siempre es un placer leer a Daniel Kahneman. Sus obras te desvelan mundos que quizá intuías, pero que no habías tenido ocasión de descubrir plenamente.
Su última obra, Ruido, escrita junto a Olivier Sibony y Cass R. Sunstein (otro autor enormemente recomendable), desprende tanta luz que deslumbra.
Aborda de una forma absolutamente científica el ruido, esos errores impredecibles, que en ocasiones no podemos explicar, pero que afectan enormemente a la forma en la que tomamos decisiones y que provocan graves daños.
- Un ejemplo: la diferencia de criterio de dos jueces, que provoca que tu éxito o fracaso judicial dependa del juez que lleve tu caso y no de los hechos en sí.
No te lo crees…
- Un estudio sobre jueces de inmigración en EE. UU. mostró que las solicitudes de asilo eran una lotería. Mientras un juez admitía un 5 % de las solicitudes, otro respondía favorablemente al 88 %.
- En algunas parcelas médicas el nivel de ruido es enorme. De hecho, ser diagnosticado de una enfermedad grave, como un cáncer, puede depender de una especie de lotería, determinada por el médico que te examine.
- En las evaluaciones de rendimiento laboral, se estima que tres cuartas partes de los resultados son ruido del sistema.
Y el problema es que casi todos los juicios humanos son ruidosos: decisiones judiciales, selecciones de personal, ciencia forense, diagnósticos médicos…
Y que estas decisiones provocan injusticias, costes económicos y multitud de errores.
[No es aceptable que individuos similares, condenados por el mismo delito, terminen con sentencias notablemente diferentes: 5 años de cárcel para uno y libertad condicional para el otro].
Nadie es la misma persona en todo momento
Y la cosa se complica porque existen varios tipos de ruido:
- El ruido de ocasión es el que provoca que dos jueces no estén de acuerdo consigo mismos cuando se les presenta el mismo caso dos veces.
- Expertos catadores, cuando se les da a probar 2 veces el mismo vino, solo puntúan de forma idéntica el 18 % de los caldos.
Existen multitud de fuentes de ruido de ocasión: el estado de ánimo, el estrés, el cansancio…
De hecho, la hora del día en el que se produzca la sentencia o se evalúe a un candidato puede influir decisivamente en el resultado. Así como que tu equipo favorito haya ganado o perdido, que sea tu cumpleaños (más benévolo) o incluso la temperatura (si hace calor, se avecinan problemas ).
- El ruido de nivel, cuando dos jueces muestran diferentes niveles de gravedad o laxitud; o dos analistas que pecan, uno de exceso de optimismo, el otro, de pesimismo.
- El ruido de patrón, cuando no se ponen de acuerdo entre ellos sobre qué acusados merecen un trato más indulgente o más severo.
¿Cómo reducir el ruido?
La inteligencia artificial puede minimizar el ruido y los sesgos, en ámbitos tan sensibles como el jurídico o el médico.
- Se ha comprobado que es más probable que los jueces concedan la libertad condicional al comienzo del día o después de una pausa para comer que inmediatamente antes de dicha pausa.
Incluso si el equipo de fútbol local (al que es aficionado el juez) pierde durante el fin de semana, los jueces toman decisiones más duras el lunes (y, en menor medida, el resto de la semana).
Los algoritmos pueden eliminar completamente el ruido, pero es improbable que sustituyan al juicio humano en la fase final de las decisiones importantes.
- ¿Conoces la falacia del jugador? Tenemos más posibilidades de obtener el asilo, si las dos solicitudes anteriores han sido rechazadas u obtener un préstamo por el mismo motivo.
- ¿Y los efectos negativos del buen humor? Si estamos de buen humor somos más propensos a dejar que los prejuicios afecten a nuestro pensamiento, somos más crédulos y más receptivos a las necedades (para desenmascarar fake news es mejor estar de mal humor).
Todas las técnicas de predicción mecánica, no solo las más recientes y complejas, representan mejoras significativas respecto al juicio humano.
Los juicios humanos son a menudo opacos, frente a los algoritmos que pueden ser muy transparentes (si bien conviene ser muy cauteloso para evitar sesgos por raza, sexo…).
Además, dondequiera que hay predicción, hay ignorancia, y más de la que se piensa.
En una clasificación de predicciones realizadas por profesionales, máquinas y reglas simples, los profesionales ocupan el tercer lugar.
En predicciones, vivimos en una «ignorancia objetiva», porque muchas de las cosas de las que depende el futuro no se pueden conocer.
Las predicciones detalladas a largo plazo sobre acontecimientos concretos son sencillamente imposibles
El proceso de comprensión de la realidad es retrospectivo. Buscamos un buen relato que nos ayude a explicar lo sucedido.
Creamos historias coherentes cuyos fallos atribuimos a errores y los errores a sesgos.
Este pensamiento causal explica la invisibilidad del ruido.
Y que, por ejemplo, ningún gran movimiento del mercado de valores quede jamás sin explicación, da igual que sea subida o bajada .
Puede suceder lo que sea; siempre hay uno que lo veía venir, Fernandel
En resumen:
1. Lee el libro. Es denso, muy denso en ocasiones, pero merece enormemente la pena.
2. La mente humana es imperfecta, en ella hay sesgo y ruido. Y más de lo que pensamos.
3. Por tanto, las predicciones son ruidosas. Los analistas no solo suelen estar en desacuerdo entre ellos, sino que también lo están consigo mismos.
4. Cómo reducir el ruido: formación, suma de múltiples juicios de expertos, algoritmos e inteligencia artificial.
No solo estamos hablando de injusticia o costes económicos, en el caso de los diagnósticos médicos, reducir el ruido salva vidas.
El bien no hace ningún ruido y el ruido no hace ningún bien
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