En muchos casos, las empresas e instituciones suelen ver a los periodistas y los medios como un engorro.
Siempre es un riesgo hablar con la prensa, van a publicar lo que digas, Hubert H. Humphrey, exvicepresidente de los EE. UU.
Se piensa que son muchos más los peligros que encierran que los beneficios que nos pueden ofrecer. ¡Error!
Las malas noticias, los deslices, las contradicciones o los escándalos venden más que las declaraciones planas.
Pero una buena estrategia de comunicación, que nos permita construir relatos sólidos, puede presentar detalles extraordinarios, humanos, historias de éxito o superación… que acompañen a nuestra actividad. Y también se venden .
El problema de las primeras (malas noticias) es que en muchas ocasiones surgen solas. Fruto de errores o crisis que nos salpican y para las que, habitualmente, no tenemos demasiada capacidad de reacción.
El problema de los segundos (relatos propios) es que hay que trabajarlos, desarrollarlos y venderlos adecuadamente y para eso hay que contar con estrategia y profesionales.
Es más, silenciar la voz de una organización es una pésima apuesta. Especialmente cuando las circunstancias son adversas.
Siempre vamos a tener la oportunidad de enmarcar determinado tema, ofrecer nuestra visión y ayudar al medio a encauzar la versión final que ofrecerá.
En las crisis, mejor errar por exceso de información que por defecto, Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York
Tal y como explica espléndidamente Natalia Sara, hay una serie de pilares básicos para una comunicación transparente y una eficaz gestión de nuestra reputación: ser honestos, sinceros, coherentes, claros, rigurosos y accesibles.
En la era de la transparencia digital, la ausencia de comunicación no es una alternativa, salvo para el suicidio
En la era de la transparencia digital, la ausencia de #comunicación no es una alternativa, salvo para el suicidio Clic para tuitear——————
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Fotografía: Unsplash