En la época de la transparencia radical que vivimos, la verdad ya no es negociable.
La autenticidad es uno de los aspectos que más valoran nuestros clientes a la hora de adquirir determinado producto.
Y la honestidad casi se da por descontada. Cualquier ligero desliz puede ser faltal para tu marca (también la personal), empresa u organización.
Y en comunicación todos estos elementos conducen inequívocamente a otra forma de entender la profesión y la relación de las organizaciones con sus públicos.
Valores como la transparencia, la autenticidad o la honestidad conducen inequívocamente a otra forma de entender la #comunicación y las relaciones de las organizaciones con sus públicos Clic para tuitearPor eso es tan importante adoptar una cultura corporativa que incluya todos estos aspectos, que nos prepare frente a las inevitables crisis y que ofrezca razones para que nuestros clientes sigan valorando nuestras propuestas.
Si nos comprometernos a ser honestos, evitamos un amplio abanico de problemas a largo plazo, si bien hemos de asumir el coste de cierta incomodidad ocasional a corto plazo.
La peor verdad solo cuesta un gran disgusto. La mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños y al final, un disgusto grande, Jacinto Benavente
Sobre este mismo tema, aunque en un contexto mucho más amplio, versa el libro Mentir, de Sam Harris.
Su tesis central es bien sencilla: decir la verdad nos hace mejores personas, fortalece nuestras relaciones (personales y profesionales) y nos ahorra problemas.
Decir la verdad nos hace mejores personas, fortalece nuestras relaciones (personales y profesionales) y nos ahorra problemas Clic para tuitearInfinitas formas de sufrimiento y bochorno se podían evitar con facilidad, simplemente diciendo la verdad
Las investigaciones y estudios que se muestran en el libro indican que todas las modalidades de mentira, incluidas las piadosas, están asociadas con relaciones de peor calidad. Y ningún entorno está libre: se estima que el 10 % de la comunicación mantenida en el seno de un matrimonio es engañosa.
La honestidad, explica el libro, es un regalo que brindamos a los demás. También es una fuente de poder y un generador de simplicidad (…). Podemos limitarnos a ser nosotros mismos.
If you tell the truth, you don’t have to remember anything, Mark Twain
¿De qué forma cambiarían nuestras relaciones si decidiéramos no volver a mentir jamás? ¿En qué tipo de persona nos convertiríamos? Merece la pena averiguarlo.
La época de la transparencia ha llegado y la honestidad es su envés.
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