Si tuviera que destacar un aspecto de la revolución digital que vivimos, sería la democratización, la normalización, el aire de igualdad, con el que cada día más se comportan las empresas y las marcas en su relación con sus públicos, principalmente sus clientes.
La aparente superioridad de hace unos años se está tornando en mayor cercanía; la arrogancia en disposición a conocer y dialogar, la mera información interesada (falsa en muchas ocasiones) en comunicación transparente.
Queda un enorme camino por recorrer, pero los indicios apuntan inequívocamente en esta dirección.
De hecho, las marcas están, cada día más, en manos de sus públicos. Son (somos) ellos los que las moldean, cambian y favorecen su evolución. Negarlo es ignorancia, tratar de impedirlo, directamente una condena de muerte.
Las marcas están, cada día más, en manos de sus públicos. Son ellos los que las moldean, cambian y favorecen su evolución. Negarlo es ignorancia, tratar de impedirlo, directamente una condena de muerte Share on XPor eso, atributos como los valores (la ética), la autenticidad o la confianza han pasado a integrar las preocupaciones diarias de las empresas. Estos intangibles, cada día más tangibles, son la base de su reputación.
Los valores (la ética), la autenticidad o la confianza han pasado a integrar las preocupaciones diarias de las empresas. Estos intangibles, cada día más tangibles, son la base de su reputación Share on XCada día se habla más de consumidores especiales, únicos… Y lo somos, pero siempre ha sido así.
La diferencia es que ya comenzamos a ser conscientes de ello y del poder que tenemos, individualmente, en nuestra relación con las marcas.
De hecho, nuestros hábitos de compra han cambiado y ya van más allá del precio y la calidad del producto. Comenzamos a valorar otras cosas.
Si eres uno más, serás uno menos. Andrés Pérez Ortega
Ahora que todos nos preocupamos por ser y mostrarnos únicos, especiales y genuinos. Bien harían las empresas en comenzar a tratar a sus clientes, públicos en general, como personas únicas, especiales y genuinas.
Se acabó la época de un mensaje para miles de destinatarios. Ahora, miles de destinatarios reclaman su mensaje.
Se acabó la época de un mensaje para miles de destinatarios. Ahora, miles de destinatarios reclaman su mensaje Share on XFotografía de Unsplash
2 Comentarios
Claudia Herbas
Muy interesante Luis Miguel. Lo retransmitiré a mi entorno laboral y de capacitaciones. Buen aporte.
Saludos cordiales desde Bolivia.
Atte.
Claudia Herbas
Luis Miguel Díaz-Meco
Mil gracias, Claudia. Celebro que te haya parecido interesante.
Un cordial saludo, de vuelta, hacia Bolivia