¿Qué cualidades distinguen a un buen comunicador? ¿Cuáles serían los requisitos imprescindibles para manejar con maestría el arte de la comunicación?
Más allá de ciertas habilidades clásicas:
- Sentido común, gusto por la palabra, facilidad para la escritura, curiosidad, capacidad de síntesis…
Y de otras indudablemente más modernas:
- Interés por las «nuevas» tecnologías (blogs, redes sociales, HTML…), lenguaje visual (edición de vídeo)…
Hay una serie de capacidades que deberían acompañar a todo aquel que se dedique profesionalmente a la comunicación; y a cualquiera que dependa de ella para su actividad laboral: directivos, políticos…
Veamos algunas:
Equidistancia
Ya decía Aristóteles que la virtud se encuentra en «el justo punto medio».
Ya se trabaje desde dentro de una organización o como asesor externo, es básico tomar cierta distancia de los problemas.
Hay que arrimarse, como dirían los taurinos, conocer la sensibilidad de la organización, su historia, su evolución y ofrecer soluciones que valoren todos estos antecedentes pero desde un plano de cierta lejanía, apoyadas en criterios técnicos.
Sencillez
«No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela», Albert Einstein.
Denostada en su momento, la sencillez está llamada a convertirse en una virtud capital.
En un mundo cada día más complejo, se demandan soluciones sencillas, personas que sean capaces de simplicar el conocimiento y hacerlo accesible a todo el mundo.
El éxito, al menos en el ámbito de la comunicación, vendrá de extraer el conocimiento, simplificarlo y hacerlo más accesible.
Capacidad para emocionar a través de historias. Más cuentos y menos cuentas
“En lugar de trabajar con ecuaciones es preferible trabajar con narrativas”. Luis Arroyo.
Si queremos llegar a nuestro público, influirlo, persuadirlo… es imprescindible hacerlo a través del sentimiento, de la emoción, de una historia que les impacte.
Multimedia
Tradicionalmente, los profesionales de la comunicación debían adaptar su mensaje al medio al que se dirigían.
En este sentido, nada ha cambiado; solo el entorno (web 2.0, redes sociales…) y algunos formatos (transmedia, preemiencia del vídeo y la imagen…).
Comunicación = solucionar problemas
Si dejamos a un lado prácticas románticas sobre el valor de la palabra, nuestro oficio -como casi todos- se centra en ofrecer soluciones a problemas, en satisfacer las demandas de nuestros clientes.
Y para ello, el primer paso es conocer estos problemas con el máximo detalle.
Psicología
Por muy bueno que se sea en el plano técnico, es básico acercarnos a la psicología de las personas, de las organizaciones.
Conocer sus motivaciones nos ofrecerá una información imprescindible que hemos de integrar en las soluciones que aportemos.
Reinventarse y evolucionar
La misma receta que ofrecemos a nuestros clientes o en nuestras empresas.
Es imprescindible conocer qué valoración se realiza de nuestro trabajo, qué opinión se tiene de nosotros para pulir ciertos detalles, mejorar ciertos aspectos, reinventarse y evolucionar constantemente.
La formación, es una obviedad, debería ser continua. Nunca se deja de aprender, y menos en un entorno tan cambiante como la comunicación.
¿Qué cualidades añadirías? ¿Cuáles te parecen imprescindibles?
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Fuente de la imagen: Freepik.es
17 Comentarios
Casimiro López
Perfecto post… me descubro ante este blog y en especial a este post en el que se hace un viaje por el buen comunicador… felicidades
Luis Miguel Díaz-Meco
Muchísimas gracias Casimiro. Todo un halago tus palabras.
En mi caso, también me descubro ante alguien que lleva escribiendo en un blog desde 2005!
Un cordial saludo y hasta cuando quieras.
Lelia
Luis, quisiera resaltar la habilidad de relación dentro y fuera de la empresa, porque necesitará del apoyo y colaboración en campos muy diversos y necesitará conseguir la implicación. La habilidad del networking es clave.
Otra cualidad que tu sugieres al decir «evolucionar» y que aquí quiero resaltar es el aprendizaje permanente y la capacidad autodidacta.
Un abrazo.
Luis Miguel Díaz-Meco
Completamente de acuerdo Lelia.
Esa empatía de la que hablas es básica, como bien sabes, tanto en la comunicación interna como, en general, en cualquier ámbito referido a la comunicación.
En cuanto al aprendizaje, creo que sin curiosidad e interés, como ejercicio diario, es muy difícil aspirar a ser un buen comunicador.
Gracias Lelia. Un abrazo!
Alejandra Betancourt
Encuentro este post excelente ya que está muy completo y concreto pero, sobre todo, muy inspirador, tanto para los comunicadores sociales de profesión, como para las demás personas en general.
Reciba un cordial saludo desde Venezuela.
Luis Miguel Díaz-Meco
Muchas gracias, Alejandra. Celebro tus palabras.
Un cordial saludo desde España!