Una comunicación interna ineficaz, no digamos ya su ausencia, cuesta 15 000 dólares anuales por empleado.
Sus beneficios, en sentido inverso, deberían ser bien conocidos: propicia la retención y atracción del talento, facilita la motivación, impulsa la productividad y mejora los resultados económicos.
¿Estamos hablando entonces de un gasto o una inversión, de un ahorro o de una pérdida de oportunidades?
Si queremos el compromiso de los empleados, hay que comunicar adecuadamente (incluso edificar de forma conjunta) los valores de la organización.
To handle yourself, use your head; to handle others, use your heart, Eleanor Roosvelt
El liderazgo hay que demostrarlo, no debería ser como la famosa frase de Margaret Thatcher y el poder:
Being powerful is like being a lady. If you have to tell people you are, you aren’t
Y para ello, qué mejor que ofrecer canales permanentes, en los que dar voz a los empleados, escucharlos y valorar sus opiniones.
Porque, quién mejor que los empleados para detectar errores, ineficiencias, problemas.
Dicho de otro modo, quién ve más (quién tiene mejor juicio) los 20 ojos del consejo o los 500, 1 000 o 2 000 del resto de empleados.
No parece que haya muchas dudas.
¿A quién va usted a creer?, ¿a mí, o a sus propios ojos?, Groucho Marx
En este sentido, tuve ocasión recientemente de charlar sobre comunicación interna con dos grupos del grado de Administración y Finanzas del IES Cartuja de Granada.
Se trata de un programa con el que colaboro desde hace años, que pone en contacto a los estudiantes con la realidad empresarial, en este caso vinculada a la comunicación y la atención al cliente, y detrás del que está el excepcional e incansable José Miguel García Prados.
Os dejo a continuación la presentación que utilicé, con dos mensajes principales:
- El dinero no da la felicidad, solo aporta un poco de felicidad durante un periodo corto de tiempo
- La motivación intrínseca basada en el placer de lo que hacemos es el impulso más fuerte
Bien haríamos, entonces, en apostar por la motivación, facilitando un clima laboral, un entorno, donde se cuide el talento, se fomente la innovación y se ofrezcan las condiciones necesarias para sacar lo mejor de cada persona.
