Blog 3_optEn el entorno actual, la comunicación es clara y rotundamente antifrágil, se beneficia de la crisis, prospera y crece al verse expuesta a la volatilidad, al azar, al desorden. Solo hay que asistir a su evolución en los últimos años. Y la fiesta no ha hecho sino comenzar…

Los frágiles somos los individuos, los profesionales de la comunicación, zarandeados por un entorno que cambia cada día y al que no terminamos de acostumbrarnos.

Recogía en un artículo anterior la reseña del libro Antifrágil, de Nassim Nicholas Taleb, y me ha parecido interesante analizar algunas de sus enseñanzas, aplicadas a la comunicación y a sus fundamentos.

La sencillez como virtud

Before you leave the house, look in the mirror and remove one accessory, Coco Channel

Antes de abandonar tu casa, mírate en el espejo y deja un accesorio

Vuelve la sencillez. En una época como la actual cada vez se prescinde más de los adornos, innecesarios, superfluos; también en comunicación.

Lo simple seduce, convence… quizá como contrapunto a los excesos previos.

Ética

Una de las grandes damnificadas, también en comunicación, por una cultura (aún en boga) que prima los resultados sobre los valores y que, ahora, vuelve como garantía de autenticidad y compromiso. Importan tanto los resultados como el modo de alcanzarlos.

Quien no impide un crimen es cómplice de este, Publilio Siro

 La comunicación, un traje a medida

Cada organización es un microclima. Responde a un entorno común pero tiene características que la hacen singular.

Y la comunicación no puede ser ajena a esta realidad.

Ya no es posible utilizar por más tiempo la imagen del lecho de Procusto. En la mitología griega, Procusto hacía que las personas se ajustaran perfectamente al tamaño de su cama cortándoles o estirándoles las extremidades. Se aplica también a aquella falacia en la que se tratan de deformar los datos de la realidad para que se adapten a la (nuestra) hipótesis previa.

Los errores, algunos, son positivos

Parece que ya existe cierto consenso sobre la bondad de los errores para avanzar, para descubrir realidades nuevas que, de otro modo, quizá no hubiésemos valorado.

Porque evitar estos errores pequeños, los que nos permiten mejorar, hace que los grandes sean más graves y tengan mayores consecuencias.

Se convence apelando a los sentimientos, no a la razón

No siempre vencen las palabras más correctas, sino las más cautivadoras, Nassim N. Taleb

Siempre que no se disponga de toda la información, la intuición es mucho más segura que la razón, Eduardo Punset

La política no consiste en convencer con razones sino en persuadir con emociones, Luis Arroyo

 Adoramos lo concreto

Los seres humanos menospreciamos lo que no es concreto. Nos conmueve más un bebé que llora que los miles de personas que mueren en el mundo y que nos llegan a través de la tele. El primer caso es una tragedia, el segundo es solo un dato estadístico.

La experiencia es la que genera la teoría

Tenemos debilidad por las teorías pero, según defiende Taleb, la teoría nace del remedio; creamos las teorías a partir de la práctica.

Porque las teorías van y vienen, pero la experiencia es lo que permanece.

De hecho, defiende, siempre deberíamos preguntar a los profesionales (a los médicos en concreto) no qué deberíamos hacer sino qué haría usted si estuviera en mi lugar.

Y en tu opinión, ¿avanzamos o retrocedemos? ¿Hacia dónde se dirige la comunicación?

Fuente de la imagen: Freedigitalphotos

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