Vivimos una crisis. Y en comunicación, quizá, la más grave se refiera a la credibilidad.
Más allá de nuestros sesgos, los filtros burbuja…, la desinformación (la falta de información confiable) amenaza seriamente nuestra sociedad y pone en duda nuestros valores y creencias.
En temas especialmente delicados como la salud, el desafío es aún mayor.
Se trata de cuestiones que tienen que ver directamente con la vida o la muerte.
Un reciente estudio en el Reino Unido del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo (RISJ) revela cómo la confianza en el Gobierno ha caído en 22 puntos desde abril; 12, en el caso de los medios de comunicación.
Pero no todo está perdido. La credibilidad que se otorga al sistema nacional de salud (el NHS británico), a los científicos, médicos y otros expertos se mantiene en el entorno del 80 %.
La primera lección parece clara: menos política y más ciencia.
Porque ‘when you mix science and politics, you get politics’.
Se puede, y se debe, recuperar la confianza de la opinión pública. Pero para ello los políticos han de hacerse a un lado y los medios, confiar más en las opiniones profesionales de expertos en salud y menos en ocurrencias y disputas políticas, de titular atractivo, escaso fondo y aún menor recorrido.
Si tomamos la referencia del médico estadounidense Anthony Fauci, citado a menudo como el mayor experto en enfermedades infecciosas en Estados Unidos, podemos extraer algunas valiosas lecciones de cómo comunicar con éxito en unas circunstancias tan difíciles que incluyen amenazas de muerte por no compartir las actuaciones y declaraciones de la Casa Blanca:
- Muestra empatía
Siempre, pero especialmente en temas delicados que tienen que ver con el bienestar de las personas, piensa prioritariamente en ellas.
La distancia y la artificialidad son una condena a muerte para tu mensaje.
- Cuanto más simple y sencillo mejor
Divulga y haz pedagogía, también con la ciencia. En muchas ocasiones tu público no está familiarizado con determinados nombres, tratamientos…
- Construye tu credibilidad a través de la transparencia
Traslada honestidad y contribuye a la calma; para el pánico ya están los políticos
- Cíñete a los hechos y las certezas y evita elucubrar
Si la ciencia apoya tus palabras, sé firme, aporta datos y acaba con cualquier rumor o información malintencionada (desinformación).
En definitiva:
Uno de los motivos por los que creo que he podido asesorar eficazmente a seis presidentes de Estados Unidos desde Ronald Reagan hasta hoy es que mantengo una postura totalmente apolítica. Soy científico. Soy médico, me dedico a cuestiones de salud pública. Absolutamente nunca me inmiscuyo en temas políticos. En cuanto lo haces, ya puedes ir olvidándote de tu credibilidad como científico y como director de un centro estatal de investigación, Anthony Fauci
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