‘Fake news’, tenemos un problema de verdad
La historia es una serie de mentiras, que en general nos creemos, Napoleón Bonaparte
Tenemos un problema (de) real(idad) con la fake news.
Están por todas partes y parecen haber venido para quedarse.
Da igual que afecten a la realidad o a nuestra percepción, que sean fruto de la inteligencia ajena o de la estulticia propia, el resultado es que nos afectan y amenazan con modificar nuestro entorno.
Según un estudio del que se hacía eco este excelente artículo de Harvard Deusto, el impacto de las informaciones falsas en la economía mundial asciende ya a 78 000 millones de dólares. Sin contar los daños en la reputación empresarial y personal, tan difíciles de cuantificar.
Se da la ironía de que la tecnología que supuestamente podría venir en nuestro auxilio, al ofrecernos la posibilidad de localizar y desactivar estas informaciones, también nos ofrece los instrumentos para hacer más sofisticados e indetectables este tipo de informaciones. Véase el caso de las ‘deep fakes’.
Y España, para poner las cosas un poco más difíciles, es el país donde más ‘fake news’ circulan.
Un detalle que, unido al (mal) uso que habitualmente realizamos de las redes sociales, ofrece la tormenta perfecta.
Una de las garantías para que las noticias falsas triunfen es que estén en consonancia con nuestras creencias u opiniones. Aplicamos automáticamente el sesgo de confirmación y las damos por buenas.
En el 90 % de las ocasiones compartimos noticias de las que solo hemos leído el titular.
Al margen de nuestra carencia de filtro por falta de sentido crítico y pereza intelectual, existe un sencillo método para detectar una noticia falsa, especialmente en un entorno escandaloso o anormalmente extraordinario.
¿Quién gana con la difusión de la noticia? ¿Qué consecuencias puede conllevar?
El clásico QSYDE (Qué Saco Yo De Esto).
Ahí lo dejo .
Al margen de nuestra falta de sentido crítico y pereza intelectual, existe un sencillo método para detectar una noticia falsa: preguntarnos a quién beneficia y cuál es su propósito Share on XFuente de la imagen: Pixabay