En comunicación, casi siempre, menos es más.
Aunque durante años se nos ha dicho lo contrario, la realidad demuestra que la concisión es clave para transmitir mensajes efectivos.
El contenido de cualquier acción de comunicación debe medirse por su calidad, su pertinencia, su adecuación al público al que se dirige y, por supuesto, también por su concisión.
El secreto de un buen sermón es que tenga un buen comienzo y un buen final; y que ambos estén lo más próximos posible 😅 #comunicación Share on XThe secret of a good sermon is to have a good beginning and a good ending; and to have the two as close together as possible, George Burns
[El secreto de un buen sermón es que tenga un buen comienzo y un buen final; y que ambos estén lo más próximos posible].
La ciencia hace ya muchos años que nos lo ha demostrado, pero no son buenos tiempos para la ciencia. Hoy prevalecen la desinformación, las supuestas inteligencias artificiales, los bulos y los memes.
Más información no siempre es mejor, ni siquiera para tomar decisiones.
De hecho, tal y como explica Gerd Gigerenzer en su libro Decisiones instintivas, en un mundo incierto, como el actual, las reglas generales simples pueden predecir fenómenos tan bien o mejor que las reglas complejas.
Es más, según detalla el psicólogo norteamericano Barry Schwartz en su célebre paradoja de la elección, la eliminación de opciones no solo facilita las decisiones, sino que reduce nuestra ansiedad.
Por eso, aún me sigo preguntando por qué los restaurantes, por ejemplo, se empeñan en ofrecer cartas interminables y descripciones farragosas que invitan a abandonar el local sin pedir nada.
La carta que tienes a continuación es justo el ejemplo de lo contrario: opciones reducidas, muy bien explicadas, precios claros… Una joya, un ejemplo de cómo deberían presentarse los platos en cualquier establecimiento.
Y además es bueno para el negocio. Tal y como demostraron Iyengar y Lepper en su célebre estudio de las mermeladas, demasiadas opciones pueden abrumar y al final hacen que no compremos.
Si no estás muy de acuerdo, piensa en lo que decía Philip Tetlock:
El experto medio acierta tanto como un chimpancé lanzando dardos
Con menos alternativas, todos -hasta los expertos- tendremos más opciones 😉.