En determinados ámbitos (medicina, justicia o administración pública), la comunicación no solo es una habilidad cada día más demandada sino que debería considerarse un elemento básico de la formación de estos profesionales.
La capacidad técnica es importante, pero la capacidad de trasladar adecuadamente a pacientes, clientes o ciudadanos ese conocimiento no lo es menos.
Ser un buen profesional pasa, o debería, por ambas.
En muchas disciplinas, ser un buen profesional pasa por tu capacidad técnica, y por tu capacidad para trasladar adecuadamente a pacientes, clientes o ciudadanos ese conocimiento #comunicación Clic para tuitearSolemos encontrar habitualmente diversos obstáculos que hacen de la comunicación todo un reto:
- La jerga. El lenguaje técnico siempre levanta barreras y dificulta la comprensión.
A quién no le ha pasado que ha leído un informe médico y no ha logrado saber si estaba curado o próximo a la muerte.
O esas sentencias que tienes que leer varias veces, y con apoyo documental, porque tras la primera lectura pensabas que te habían dado la perpetua.
- Nos gusta demasiado escucharnos y solemos prestar poco interés en escuchar a los demás.
Cuando traslades cierta información, cuanto más sencillo, mejor.
Y asegúrate siempre de que se ha entendido correctamente.
Valora cada pregunta, cada duda, como una oportunidad de mejorar, de pulir tu comunicación, y no como un engorro.
- El lenguaje no verbal, la empatía (cercanía, amabilidad…) puede marcar la diferencia.
Cuántas veces recordamos a un médico, no digamos ya a un notario 
, por su forma de ser, su actitud…
Especialmente en el caso de transmitir malas noticias, la capacidad de comunicación marca la diferencia y nos muestra qué tipo de profesionales somos.
La experiencia siempre nos va a ofrecer muchas pistas, pero conviene contar con determinados conocimientos básicos para no aprender a base de golpes.
Mejoraremos nuestra relación con los públicos a los que nos dirijamos e, incluso, la satisfacción personal en el modo en el que desempeñamos nuestra profesión.
Artículo inspirado en El reto de mejorar la comunicación entre médicos y pacientes
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