Se necesitan dos años para aprender a hablar y 60 para aprender a callar, Ernest Hemingway
Solemos apreciar realmente algo cuando lo perdemos.
Y en estos momentos estamos en serio peligro de perder uno de los aspectos básicos de cualquier comunicación exitosa: la capacidad de escucha (activa).
Parte de la saturación informativa que vivimos se aligeraría si supiésemos escuchar. Más allá de la necesidad de filtros y de aguzar nuestro sentido crítico, se requiere -indudablemente- una nueva capacidad de escucha.
Que nos permita comprender lo que se dice y por qué.
Frente al ruido, silencio. Ante la sobreinformación, reflexión.
Se impone una nueva forma de enfrentarnos al entorno desquiciado que vivimos; frente al ruido, silencio. Ante la sobreinformación, reflexión #comunicación Clic para tuitearPorque los riesgos son numerosos:
- Los sesgos cognitivos (que nos hacen ver y oír, solo aquello que queremos ver y oír).
- Las distracciones del mundo en el que vivimos: ruido, excesivo volumen de informaciones, multitarea, notificaciones continuas…
- Y nuestro perenne narcisismo que nos empuja a hablar, a comunicar, cuando lo más prudente en muchas ocasiones es escuchar y callar.
La mejor decisión es la que nos hace hablar únicamente cuando tenemos algo valioso que aportar.
I never learned anything while I was talking, Larry King
Nunca aprendí nada mientras hablaba
Ya que, tal y como ocurre en muchas otras facetas de nuestro tránsito digital,
La mejor tecnología es escuchar mucho al cliente, hablar mucho con él, Juan Roig
Artículo inspirado en:
Active listening: the master key to effective communication
Fotografía: Pexels