Existe un ingrediente al que todo el mundo reconoce su importancia, pero que suele ser el gran olvidado en cualquier plan de comunicación o de transformación digital: el empleado.
Hacia dentro, debería ser el protagonista indiscutible de la comunicación interna.
Hacia fuera, tiene un papel primordial en la comunicación externa y en la imagen y reputación corporativas.
El empleado es el protagonista indiscutible de la #comunicación interna y tiene un papel primordial en la comunicación externa y en la imagen y reputación corporativas Clic para tuitearEs habitual, por ejemplo, el temor entre empresas y directivos sobre el papel de los empleados en el uso de las redes sociales.
Cuando las ventajas superan, en mucho, a los posibles inconvenientes:
- Difusión. Se estima, en promedio, que los empleados tienen una red de contactos 10 veces superior a la de la empresa.
- Legitimidad, autenticidad. Por mucho que una presencia activa de los máximos responsables de una organización sea clave, los empleados suelen ofrecer una mayor credibilidad.
- Inversión y retorno. Se requiere esfuerzo y trabajo, pero no implica una inversión importante.
A veces, el principal obstáculo son las barreras mentales.
Cómo hacerlo:
- Es preciso crear un buen ecosistema informativo interno. Que la comunicación fluya con transparencia y se compartan objetivos, propósitos y valores.
- Hay que definir claramente una política de redes sociales, crear un libro de estilo, por ejemplo, y apostar por la formación.
- Tiene que ser fácil y divertido, nunca una obligación.
Se deben facilitar materiales (logos, imágenes, vídeos, informaciones…) que permitan compartir contenidos casi sin esfuerzo.
Facilitar y promover el etiquetado de la empresa y de compañeros, creación de etiquetas (hashtags) que definan la organización y su actividad y animar a la mejora de la marca personal y profesional de todos los empleados.
- Ofrecer incentivos que premien la actividad y el buen uso de las redes sociales.
Un simple elogio público tiene un poder que a menudo ignoramos.
Pero incluso, si hay medios, se pueden realizar concursos y ofrecer premios que lo reconozcan.
Y no descuidar, nunca, la formación adicional en estos ámbitos.
En el caso de la transformación digital es muy interesante conocer qué están haciendo algunas empresas.
Coca-Cola, por ejemplo, ha puesto en marcha una academia digital que le ha permitido facilitar, formar y acompañar la transformación digital de sus empleados, con 7 000 actividades, 60 000 horas y más de 4 000 destinatarios.
No hay muchas opciones.
Es preciso motivar e implicar a toda la organización en los desafíos crecientes que vivimos.
Nuevos tiempos exigen nuevos conocimientos y habilidades…
Frente al cambio no hay opción: es preciso motivar e implicar a toda la organización. Nuevos tiempos exigen nuevos conocimientos y habilidades… Clic para tuitearEnlace relacionado:
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Fuente de la ilustración: Freepik