Dos peligros y una esperanza para la comunicación en 2023

 

Estamos en época de predicciones y buenos propósitos, en nuestra vida personal y profesional.

Y si habitualmente ya es difícil hacer (buenos) pronósticos; en una época tan anárquica como la actual, aún más.

No somos capaces de ver lo imprevisto, lo inusual, lo periférico, Guillén Mauro, en 2030, viajando hacia el fin del mundo tal y como lo conocemos

Me gustaría avanzar, no obstante, dos de los principales problemas que sigue teniendo la comunicación y un enorme reto que sería conveniente ir resolviendo en la dirección correcta.

PELIGRO 1. Anteponer la comunicación

No seré yo quien niegue las enormes virtudes de la comunicación.

Pero su valor estratégico está en acompañar y ofrecer algunos valores para liderar. No podemos anteponerla a la gestión.

Preocúpate de crear grandes historias… Ya tendrás ocasión de compartirlas adecuadamente después.

Sé, haz y -solo entonces- comunica

PELIGRO 2. Desinformación y desconfianza

La desinformación erosiona la confianza, que es el principal valor de la comunicación.

Afecta a las fuentes, incluso a las de calidad; las marcas e instituciones la padecen; y todos, aun sin saberlo, la sufrimos.

Nos agota psicológicamente, nos desmoraliza y hace que ser neutral sea cada vez más difícil y arriesgado.

La desinformación erosiona la confianza, que es el principal valor de la #comunicación; nos agota, nos desmoraliza y hace que ser neutral sea cada vez más difícil Clic para tuitear

Y UNA ESPERANZA

Esperemos que los avances que la pandemia ha generado en la digitalización de personas y empresas y, sobre todo, en el uso de la comunicación interna no se reviertan.

Si hay una palabra que define la comunicación interna es precisamente confianza. Una confianza respaldada en expectativas, compartidas, a partir de cierto de nivel de transparencia.

El último elemento de la ecuación llega solo, se trata de los resultados.

En cualquier caso, estemos atentos y no dejemos escapar las oportunidades, especialmente en tiempos como los actuales y con una materia prima tan deficiente:

Somos máquinas de cometer errores, predispuestas por diseño a minusvalorar el riesgo, a descuidarnos cuando deberíamos prestar atención y a esperar lo mejor cuando deberíamos estar previendo lo peor (Daniel Kahneman y Amos Tversky)


Artículo basado en Comms pros’ predictions for 2023: Media and social media

Ilustración: Freepik

 

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