¿Es posible un cambio de modelo político? ¿Cuáles son los aspectos que podría incluir?
¿Por qué existe aún tanta diferencia entre lo que desean los ciudadanos y la actitud de partidos y representantes políticos?
¿Está en crisis la política o solo el actual modelo caduco de entender la política?
Colaboro en el último número de la revista Más poder local de la Fundación Ortega-Marañón, con un artículo titulado Una nueva política es posible, pero exige un profundo cambio cultural.
En él planteo alguno de los retos a los que se enfrenta la política actual junto con algunas recetas que, con la actitud necesaria, podrían dotar de legitimidad a una labor imprescindible pero que, en su formulación actual, carece de futuro.
Espero que os guste y, por supuesto, espero vuestros comentarios.