Comunicación política 2.0, un modelo para el candidato ideal

Con la precampaña de las elecciones locales y autonómicas a la vuelta de Reyes, conviene ofrecer algunas pautas para aquellos candidatos que quieran utilizar las redes sociales para marcar una diferencia respecto a los monocordes y, por qué no decirlo, grises mensajes e imágenes que suelen proyectar.

Para ello me serviré de varias reflexiones que he leído recientemente sobre el tema.

Montse Fernández publica en el último número de la revista Más poder local una serie de consejos para los candidatos que quieran aprovechar el entorno 2.0:

• Define tu estrategia. Ten claro el objetivo e identifica a los públicos a los que te diriges.
  

• Diseña tu identidad en Internet. Crea un blog y un perfil en las principales redes sociales.

• Crea comunidad. Escucha a la Red, conversa y ofrece tu ayuda. Pregunta mucho e interésate por las dudas, quejas y sugerencias que te trasladen. Obtendrás valiosa información.

• Trabaja con continuidad. Escribe con asiduidad, publica fotos y vídeos sobre tu actividad y sobre aspectos que puedan interesar a tu comunidad.

• Innova en la Red. Sé creativo en tu forma de expresarte y de acercarte a tu público, incorpora propuestas ingeniosas… Podrás marcar la diferencia.
  

Discrepo, no obstante, de uno de sus planteamientos de partida («Saber estar en la Red puede suponer la diferencia entre ganar o perder las elecciones») porque creo que exagera la influencia actual de las redes sociales en el electorado.

En otro análisis que he tenido ocasión de leer en el blog de Wellcomm se ofrecen igualmente una serie de pautas para preparar el camino y saber si realmente tenemos la voluntad y los medios de aventurarnos en este sendero apasionante, pero repleto de retos y peligros.

• ¿Cuáles son nuestros objetivos?

• ¿Cuáles son las herramientas y el presupuesto que se van a utilizar en la estrategia?

• ¿Quién se va a encargar de este trabajo?

• ¿Cómo se va a realizar el seguimiento de las campañas para calibrar su éxito o fracaso?

• ¿Conoce el partido las preocupaciones de sus electores? ¿Tiene interés en conocerlas para poder satisfacerlas?

• ¿Cuál es el valor añadido que puedes ofrecer a tus electores para que te sigan en las redes sociales?

En todo caso, es importante no olvidar que todos estas reflexiones de nada servirán a aquél que pretenda acceder a las redes sociales con una mentalidad política tradicional.

Por ello, hay que tener bien claro que:

• Las ideas, los programas y las campañas, por este orden, han de nutrirse de abajo (electorado) a arriba (representantes políticos) y de fuera (ciudadanía) a dentro (partido político).

• Las viejas estructuras jerárquicas (verticales) de los partidos y su distancia respecto a los ciudadanos han comenzado a languidecer. El modelo de relación actual es cada vez más horizontal.
  

• La sinceridad, la transparencia y la concordancia entre lo que se predica y lo que se hace está dejando de ser una opción para convertirse en una conditio sine qua non.

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Puedes consultar otras entradas de este mismo blog que también han tratado aspectos relativos a la comunicación política:

• Política y participación ciudadana: ¿la hora del 2.0?

• Comunicación y empatía. Cuenta tu historia y déjate de cuentos

• Frente a la desidia, acción. La hora de la política ciudadana

• Política y redes sociales ¿Hacia un nuevo modelo en la administración pública?