El Edelman Trust Barometer 2022 deja algunas pistas que pueden ser de enorme valor para la comunicación.
- Una de las más negativas es la desconfianza. Se ha convertido casi en norma, y no creemos en nada.
Desde la comunicación, tenemos casi el deber de recuperar a los creyentes, primero, y convertirlos en practicantes, después; tal y como pedía el gran Ricardo Pereda:
La comunicación es como la religión: hay muchos creyentes y pocos practicantes
Pero junto a este gran nubarrón, que amenaza tormenta si lo unimos a las fake news, brillan algunos rayos que invitan al optimismo.
- La confianza en las empresas está solo por detrás de las ONG.
Y sus responsables y empleados gozan de un gran nivel de credibilidad y confianza.
¡Qué sorpresas da la vida! Ahora resulta que la comunicación interna supone un elemento diferenciador en la edificación de la reputación corporativa.
Lo que hay que ver .
- De hecho, solo los científicos aventajan a los empleados en su consideración como líderes de opinión.
Es obvio, pero conviene repetirlo hasta que cale. ¿Quién conoce mejor que tú los productos y servicios de tu empresa? No hay fuente más confiable que los propios empleados.
¡Aprovechémoslo!
- Y puesto que la confianza en los medios de comunicación (independientemente de su formato) sigue cayendo.
Conviértete en un medio de comunicación propio, genuino, interesante…
Somos la fuente de información con la que soñaría cualquier periodista, con información que solo nosotros manejamos y un buen número de empleados que podemos utilizar como corresponsales para ofrecer cualquier óptica posible.
Experiencias personales, historias con propósito, desde múltiples puntos de vista…
Si aún no estamos convencidos, siempre queda el recurso a los clásicos:
Los rumores que salen de la propia casa son la base de cualquier reputación, Marco Tulio Cicerón
Artículo basado en:
What communicators should know about Edelman’s Trust Barometer