Algunas claves para evitar la saturación de información

Desde hace ya algún tiempo, se ha generado un debate, todavía inconcluso, sobre los límites de asimilación humana respecto al creciente número de contenidos que se generan a través, principalmente, de las redes sociales.

En este sentido, he leído en los últimos días varias reflexiones que me parece interesante compartir.

Pr Comunicación se hacía eco de un estudio de tendencias en el ámbito de la comunicación digital, elaborado por la agencia Edelman. Entre los aspectos identificados se incluyen:

  • La aparición de la figura de los digital curators, encargados de seleccionar los contenidos más relevantes de la red. Las empresas deberán, por tanto, ofrecer un servicio de filtro que ofrezca calidad y valor añadido a la información que traslada a sus públicos.
  • La posible saturación tecnológica y de contenidos que las nuevas herramientas alentarán.

Alfons Cornella, por su parte, escribía un artículo (Paradoja de la sociedad de la información) en el que evidenciaba el aumento sin pausa de la capacidad tecnológica (para enviarnos más información) y el descenso paralelo de nuestra capacidad para absorber, no ya entender, todos estos datos.

A pesar de la confianza de Cornella en el aumento de la comprensión gracias a mejoras tecnológicas, psicológicas y de sistemas de aprendizaje, parece claro que la capacidad de exposición -y posterior asimilación- a nuevas informaciones tiene un límite, en cuyo umbral ya nos encontramos.

Por último, José Luis Orihuela publicaba en Neumattic un artículo en la que abundaba en la necesidad de gestionar eficazmente tanta información, relaciones, aplicaciones, dispositivos y redes con el propósito de evitar la saturación.

Frente a la desconexión (desconectar un poco más para poder conectar un poco mejor, que defiende Orihuela) o a la par que con ella, quizá conviene realizar hacer una revisión con cierta profundidad de la gestión de todos estos aspectos que actualmente realizamos.

De este modo podremos pasar de la actual conexión à la Martini (donde estés y a la hora que estés) de la que habla Cornella, a una conexión selectiva y adecuada a nuestra estrategia, objetivos y capacidad.

Y como casi siempre que se dude, conviene acudir a los clásicos. Ya situaba Aristóteles la virtud en el justo punto medio.

El profesor Enrique Tierno Galván advertía, por su lado, que era preciso leer como beben las gallinas, un rato con la cabeza agachada y otro, levantada para reflexionar y asimilar sobre lo que se ha leído.

Cada día, sin embargo, parecemos escorarnos un poco más hacia el exceso, y no solo en este ámbito, con una cultura que favorece la cantidad sin detenernos a valorar dónde nos conduce esta mera acumulación.

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2 Comentarios

  • Tania
    Posted 20 septiembre 2013 19:37

    Excelente artículo; justo lo que buscaba para entender lo que me estaba pasando. Empacho de información.

    • Luis Miguel Díaz-Meco
      Posted 20 septiembre 2013 22:02

      Muchas gracias Tania.

      Todo un placer contribuir a hacer más placentera la digestión 😉

      Un cordial saludo!

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