6 errores de comunicación, comunes en presentaciones

  • Sé breve ¿Alguien ha probado alguna vez a no sobrepasar el tiempo previsto en una intervención?
  • Favorece el diálogo. En lugar de abrumar al público con datos, cifras y todo tipo de estadísticas, por qué no apuntamos, damos pistas, inducimos, sugerimos… e incentivamos la curiosidad. [Este punto de nada sirve si no nos aplicamos el referido a la brevedad; si no hay turno de preguntas, no habrá oportunidad de ponerlo en práctica].
  • Contextualiza y adáptate a tu público. Si estamos en España, ante un público mayoritariamente español y con interés por el mercado nacional ¿qué interés tienen esas grandes estadísticas sobre EEUU? Y a ser posible ¿por qué no traducimos las páginas o diapositivas que mostremos? [Cuál es el propósito, parecer más listos de lo que somos o que la gente que nos oye -y debería escucharnos- se entere de lo que decimos].
  • ¿Qué es lo realmente importante, nuestra audiencia o tú? Colocar nuestro nombre, web, usuario de Twitter o título de nuestro último libro en cada diapositiva no solo no es imprescindible sino que es contraproducente.

Del mismo modo, hablar solo “de tu libro”, puede que sea muy interesante para ti pero no para quien te escucha.

  • Conviene tener clara la estructura del discurso. Si seguimos una estructura periodística, ideal para presentaciones: un gran titular (entrada que sorprenda y capte la atención), una entradilla que exprese los 2 o 3 mensajes claves de nuestro discurso y un cuerpo que los desarrolle.
Al final, y en sentido inverso, fin del cuerpo, entradilla que recoja estos 2 o 3 mensajes principales y un titular de salida, que complemente el primero, y vuelva a cautivar al público. [Es solo un ejemplo, la estructura debe ser flexible. Pero no hemos de olvidar que nuestra audiencia nos presta atención, básicamente, al principio y al final de nuestra intervención].

  • Hay que cuidar y simplificar el lenguaje. Las imágenes, las circunlocuciones, las figuras retóricas… hay que dejarlas para la literatura.

Conviene tener presente siempre a Luntz: “Lo importante no es lo que dices sino lo que la gente entiende” y poner los cimientos para que realmente nos entienda.

En una charla que presencié la pasada semana pude anotar en una intervención, en menos de 10 minutos, las palabras: “filogenético”, “invisibilización”, “empoderamiento” e “interactivando”. [El tema era periodismo 3.0].

A título individual, he realizado examen de conciencia y he descubierto mentalmente que en mis clases utilizo palabras como “digresión”, “corolario” o “espurio”. [En mi descargo diré que, al menos, existen :-)].

Seguir estas sencillas pautas:
  • Brevedad
  • Diálogo
  • Empatía
  • Estructura de la presentación
  • Sencillez en el lenguaje
no nos garantiza el éxito pero seguro que nos acerca un poco a él.
En cualquier caso, es muy probable que evitemos que nos traicione el subconsciente, como a un orador en un acto reciente que- tras tener anestesiado al público- se disponía a concluir: “Para finalizar este bostezo [por bosquejo]…”.
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2 Comentarios

  • Morena Morante
    Posted 07 abril 2012 13:13

    Muchas gracias por tus consejos Luis, justo el día 12 tengo una presentación en la Universidad de La Laguna y espero cautivar a mi público, o por lo menos no tediarlo demasiado…. un saludo.

  • Luis Miguel Díaz-Meco
    Posted 07 abril 2012 15:17

    Pues nada, a por ello. Prepárala lo mejor que puedas y trata de olvidarte, en la medida de lo posible ;-), de ti y centrarte en la gente que te va a escuchar (qué es lo que esperan, qué desearían oír…).

    Ya verás como lo bordas 🙂

    Un saludo y gracias Morena por asomarte al blog.

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