La política, con esa mezcla de sentimientos que suele provocar: necesidad, atracción, desdén, indiferencia…, siempre me ha parecido una excelente escuela para los profesionales de la comunicación.
En ella se suelen concentrar elementos aparentemente contradictorios que es preciso conocer, manejar y, si Dios nos asiste, corregir.
Los intereses particulares (políticos y partidos) se enfrentan, en ocasiones, al bien general y el interés por el corto plazo (próximas elecciones) con la necesaria visión estratégica para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
¿Cómo podemos lidiar los profesionales de la comunicación con este contexto?
- Mentira
Afortunadamente parece cada día más aceptado que la mentira debería estar prohibida. Es más, el mero hecho de intentar ocultar la verdad ya lleva implícita una penalización grave.
La única variable que cuenta en estos casos es el tiempo. Cuándo descubriremos el engaño y surtirá efecto la sanción (social, reputacional…) sobre determinadas conductas.
[Esto no excluye, todos hemos conocido algún caso, la aparición de mentirosos patológicos que caerán, sin duda, fruto de sus propias contradicciones y engaños pero que pueden hacer mucho daños tanto a la personas que les rodean como a las instituciones que por desgracia rigen].
- Talante
La actitud con la que nos enfrentamos a la vida y sus problemas incluye un porcentaje importante de las posibilidades de éxito.
Una actitud abierta, respetuosa, humilde, autocrítica… siempre nos permite un aprendizaje.
La función pública, la práctica política, conlleva una exposición permanente que requiere -también- de ciertas cualidades personales para ejercerla.
Unlike some politicians, I can admit to a mistake, Nelson Mandela. [A diferencia de algunos políticos, yo puedo admitir un error]
- Crisis
Estamos en crisis, de un modo objetivo, tal y como nos explica la primera acepción que recoge la RAE: «Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación (…)».
Se trata de una tendencia y no de una circunstancia excepcional como ocurría hace unos años. Solo si estás muerto, podrás evitar sufrirlas.
Por lo tanto prepararse para esta situación debería ser una obligación de empresas e instituciones.
Y para ello hemos de tener listo, siempre, un mensaje único (que tiene más que ver con la esencia y los valores de la empresa que con lo que se diga).
- Sé, haz y -solo entonces- comunica
Hay que vender realidades.
No se puede estar permanentemente ofreciendo proyectos, propuestas, ideas… que no se traducen en nada. A veces se da la distorsión extrema de que la propuesta es lo único real.
Los humanos no solemos tener buena memoria pero hoy la tecnología nos ayuda a suplir muchas de nuestras carencias.
Y cuidado que tenemos las próximas elecciones municipales y autonómicas (incluso las generales) en España a las vuelta de la esquina
Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería, Otto von Bismarck
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Artículo inspirado en PR lessons learned from the 2018 political scene
Fuente de la imagen: Unsplash
El próximo 31 de enero acompañaré al equipo de Wellcomm en la presentación de la décima edición de su imprescindible publicación Perspectivas Wellcomm, en la que he tenido el placer de participar. Será en el Espacio Fundación Telefónica, a las 12.00 h.
1 Comentario
Marksman
Thanks a lot for the article post. Much thanks again. Fantastic