Más allá de las singularidades de cada caso, existen al menos 10 grandes principios que haríamos bien en recordar ante cualquier gestión en la comunicación de crisis.
1. Prevención (y sentido común)
Como decía Groucho Marx: el matrimonio es la principal causa de divorcio.
Un buen número de las crisis vienen provocadas por errores propios, ya sea a título individual o como organización. Extrememos los controles y evitemos ser nosotros los causantes.
2. Humildad
El primer paso para poder solucionar un problema es ser consciente de que existe. Solo con la necesaria actitud podremos desactivar pequeñas alarmas y evitar que se conviertan en algo más.
3. No mentir nunca
Mentira y comunicación son términos antagónicos. Y no hablamos de estrategia, sino de supervivencia. La mentira, y más ahora en el entorno 2.0, conduce directamente al suicidio.
Se puede, y se debe, modular lo que decimos, cómo y cúando, pero siempre con honestidad y sinceridad.
4. El silencio no es una opción
Salvo en casos excepcionales, si tardas mucho en contestar -no digamos ya si se opta por una estrategia de silencio- estás muerto.
5. Proactividad
Si ha funcionado la detección (punto 1), qué mejor que adelantarnos, comunicar, tomar las riendas, fijar las pautas.
De este modo, marcaremos la agenda, de acuerdo con nuestros intereses y ritmo.
6. No descuides la comunicación interna
En multitud de situaciones, centramos casi todos nuestros esfuerzos en la comunicación hacia el exterior.
Pero conviene no descuidar la comunicación interna de la organización para evitar filtraciones, rumores, problemas de confidencialidad…
Trasladar las pautas de un modo sencillo y aclarar quiénes son los portavoces autorizados de la organización nos evitará problemas.
7. La gestión de las emociones, básica
Siempre que haya implicadas personas, y casi siempre las hay, conviene aplicar el principio PEPA de Enrique Sueiro: Primero las personas, luego los papeles.
La empatía con los afectados, máxime si existen desgracias personales, es primordial. Los costes (económicos, políticos…) deben ser secundarios. Siempre.
8. Transparencia
Es preciso ofrecer la información disponible en cada momento, antes a los afectados por supuesto, y no especular. Hay que ceñirse a los hechos y no aventurar hipótesis.
9. Las opiniones negativas, una prioridad
Qué mejor muestra de transparencia que gestionar con la actitud y el interés necesarios los comentarios de nuestros clientes y usuarios, especialmente aquellos que nos ofrezcan pistas para mejorar.
10. Aprovechemos la lección
Una vez desatada la crisis -y siempre con el propósito en mente de transmitir confianza y minimizar, en lo posible, el daño a nuestra imagen y reputación- hemos de aprovechar la lección.
A su término, conviene realizar un relato pormenorizado de todo lo ocurrido (inicio, extensión, gestión, resultados…) y si no lo teníamos, es una buena ocasión de recoger todas las enseñanzas y experiencias en un manual de crisis que nos sirva, al menos, para la próxima 😉
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9 Comentarios
Yexenia Díaz
Excelente Blog. Desde Santiago de Chile, una comunicadora empresarial que le seguirá!
Éxitos y gracias porque ayuda a actualizarnos más.
Luis Miguel Díaz-Meco
Muy agradecido por tus palabras Yexenia; son un auténtico regalo.
Un cordial saludo desde España y bienvenida!
Amparo
Excelente trabajo Luismi. Gracias por compartir tus conocimientos. Un beso
Luis Miguel Díaz-Meco
Muchas gracias Amparo. Todo un honor viniendo de ti.
Un beso!
David
Muchas gracias por el gran trabajo realizado.
Luis Miguel Díaz-Meco
Muchas gracias a ti, David. Celebro que te haya resultado interesante el artículo.
Un cordial saludo!
Laura
Muy interesante, y lo mejor de todo, claro, sencillo y al grano.
Con tu permiso, lo enlazaré desde mi blog «El boli verde».
Gracias!
Laura (www.elboliverde.com)
Muy interesante, y lo mejor de todo, claro, sencillo y al grano.
Con tu permiso, lo enlazaré desde mi blog «El boli verde».
Gracias!
Luis Miguel Díaz-Meco
Mil gracias, Laura. Permiso concedido 😉. Un cordial saludo!